lunes, 30 de junio de 2025

EL AGUA DE DOÑANA

¿Pueden afectar a Doñana cultivos que están a 40km? Esta cuestión ha estado en los medios. Como no creo que sean tan ignorantes como para pensar que el agua cae literalmente del cielo a la marisma, presiento de mala fe en el planteamiento de la pregunta. No debería olvidarse como afectó la actividad minera de Aznalcollar situada a más de 60 km de distancia. 

Centrándonos en el humedal, la cantidad y calidad del agua que recibe depende del estado de la cuenca vertiente del Arroyo de la Rocina(1), montes y cultivos lejos del Parque, en los términos principalmente de Moguer, Lucena, Bonares, Rociana del Condado, Bollullos del Condado y Almonte. En el caso del acuífero, el área de recarga forestal discurre por un tramo litoral arenoso que supera los 60 km, que va desde el río Tinto al Guadalquivir, una distancia geográfica similar a la que hay entre Sevilla y Matalascañas.

Carece de fundamento la protección de un humedal cuando no va acompañado de medidas para preservar su entorno; pero Doñana no sólo es humedal, ni el hábitat del lince es la marisma. Visto en su conjunto está enclavada en una zona con clima seco, es un complejo ecológico que depende de las distintas entradas de agua, o más exactamente de todo un sistema hidrológico que abarca incluye un acuífero que posibilita la vida al aflorar agua dulce en lugares secos o salinos. Por eso, no es tan importante la escasa (o nula) escorrentía de sus arroyos tanto como la humedad que proporciona el acuífero, invisible a nuestros ojos salvo por sus consecuencias para quien quiera entenderlo. La mayor biodiversidad se concentra en los llamados ecotonos o biotopos de transición entre uno y otro ecosistema; como la llamada “Vera”, donde aparecen las conocidas pajareras que sirven de lugar de anidamiento de multitud de aves, grandes alcornoques que están ahí precisamente dado que en este lugar se dan unas condiciones adecuadas para el desarrollo del árbol, que se repiten en contados lugares del entorno y no en el resto. Será a partir de este ejemplo cuando se entienda mejor la importancia del acuífero para todos los ecosistemas de este espacio natural.

En primer lugar tenemos el pinar, que es una formación vegetal propia de las arenas que se extiende ininterrumpidamente por todo el llano. Si vemos las imágenes de satélite anteriores al incendio de 2017, observamos discontinuidades de este pinar entre Matalascañas y el Parador Nacional de Mazagón que aparecen en la cartografía como “lagunas”. Estamos en el llamado complejo endorreico del Abalario, una zona con encharcamiento temporal, sin presencia de encharcamiento si vamos en el estío, debido a la oscilación anual del nivel piezométrico. No es tanto que se pueda diferenciar entre una zona seca y otra húmeda, más bien hay un gradiente de humedad del acuífero, con todo lo que ello conlleva, en el sentido de que posibilita la presencia de cierta flora y fauna, como igualmente limita a otras. Por tanto, este ecosistema forestal no es homogéneo y está vinculado al acuífero y a una dinámica natural de variación de la humedad en el suelo. Profundicemos más en el funcionamiento del acuífero. En primer lugar el agua del acuífero se encuentra dentro de un material poroso muy fino (limos) que descansa sobre una capa impermeable de arcillas. En la zona llana costera (pinar) está cubierto por una capa de arena que es el manto eólico, cuyo espesor pasa de decímetros a decenas de metros en las elevaciones dunares del Asperillo. Este acuífero, al acercarse al Coto, pasa a estar confinado por las arcillas que forman los fondos impermeables del marjal.

Alcornoques en el arroyo del Loro. Este alcornocal es dependiente de la humedad en la zona de transición al curso del agua. En la zona más húmeda el arbolado está formado por sauces, sin hojas en el momento de la fotografía.


Las consecuencias ecológicas asociadas al nivel piezométrico del acuífero son muy reconocibles en Doñana. El alcornocal no puede prosperar en este clima seco, más si va acompañado por un suelo arenoso que incrementa aún más la necesidad de una especial adaptación o xerofilia, por lo que la vegetación potencial es un pinar-sabinar con un matorral de sustitución (el monte blanco). Por otro lado, el arbolado es expulsado por la salinidad o la humedad con encharcamiento temporal (horizonte pseudogley) y aparece un matorral cerrado de brezo y aulaga (monte negro)2. Sin embargo, en algunos puntos de drenaje del acuífero3 se producen curiosas interacciones geoclimáticas, el agua de los limos compensa la falta de precipitaciones y posibilita el desarrollo del alcornoque. Este pequeño milagro ecológico depende por entero de la recarga anual del acuífero. Dicho de otra forma, la descarga puede verse comprometida por las extracciones que impiden el llenado del acuífero durante la temporada de lluvias.

Erica ciliaris y Ulex minor. Vegetación indicadora del encharcamiento temporal con suelos turberizados presente en una transformación agrícola de Almonte.

Luego, el buen estado del acuífero es prioridad para conservar Doñana ya que de él dependen por entero todos los ecosistemas y especies emblemáticas como el lince o el águila imperial. 

 El impacto de los cultivos en el acuífero

 En los días de la sequía las autoridades y tertulianos se muestran escandalizados al descubrir el robo de agua en Doñana, es inevitable no rememorar la conocida escena de la película Casablanca: “Que vergüenza, acabo de descubrir que aquí...”. Resulta grotesco, tras cuatro décadas y un paisaje forestal modificado incluso a costa de pinares preservados desde hace más de un siglo con la catalogación de Montes de Utilidad Pública(4). Sería un sinsentido realizar importantes esfuerzos para proteger el humedal de Doñana, dejando de lado su orla forestal y su acuífero como se ha explicado. Es más, el lince, considerado la joya de Doñana, depende totalmente de estos montes, es aquí donde está el centro de cría del Acebuche que ha recibido millones de euros para evitar la extinción del felino más amenazado del mundo. 

El ciclo natural del acuífero implica cambios estacionales del nivel del agua, estas variaciones encubren la sobreexplotación. Lo mismo pasa con la escorrentía y las extracciones de aguas superficiales, nadie se extraña que el arroyo de la Cañada vaya seco, sin embargo dispone de un flujo subválveo que mantenía bosques de ribera ahora imposibles con las extracciones y cultivo.

Arroyo Cañada: También las extracciones de aguas superficiales están presentes y son un perjuicio para los ecosistemas de Doñana. En este caso el Arroyo de la Cañada es un afluente del de la Rocina, una de las principales entradas de agua dulce a Doñana. Desde que existe la información pública SIG, o el popular Google Earth, nadie con responsabilidad debería de darse por sorprendido del alcance de las transformaciones.
 Balsa para la extracción de agua en el arroyo de la Cañada en Almonte, afluente del Arroyo de la Rocina que vierte aguas a Doñana.

Balsas para la extracción de agua en el arroyo de la Cañada en Almonte. 


La alteración del ciclo hidrológico

Una zona húmeda es dependiente de su entorno. Prueba de ello, es que en el ámbito del acuífero, además del Espacio Natural de Doñana tenemos otros dos espacios protegidos que precisamente fueron declarados por ser zonas húmedas: Los parajes naturales Estero de Domingo Rubio y Las lagunas de Palos y de las Madres, perdieron parte de sus valores naturales durante la expansión de los campos de fresas. El primero contaba con un ecosistema rico en variedad de anátidas y otras aves acuáticas que desde aquellas transformaciones del monte desaparecieron, muchas veces precedidas de la extracción de áridos. 


Evolución de un tramo del Estero de Domingo Rubio. Año  1983, pocos años antes de la protección del Paraje Natural.

Año 1998.

Año 2013


Aspecto actual en la zona no transformada del arroyo Domingo Rubio (aguas arriba).

El otro paraje, en los suelos turberizados del arroyo Madre del Avitor, se encontraba un ecosistema singular en el sur peninsular por su flora atlántica propia de suelos ácidos y húmedos, creado al final de la Glaciación Würm y mantenido por milenios, desaparece en apenas un lustro a consecuencia de la eutrofización del agua con los fertilizantes de los regadíos colindantes.

Foto de cultivo hidropónico: No cuesta nada imaginar que los invernaderos son industrias que producen frutos rojos, dado que la tecnificación ha llegado al extremo de aislarse totalmente del medio natural que los rodea como en los cultivos hidropónicos de fresón en donde el suelo está esterilizado, únicamente sirve de soporte a la estructura en la que en unas bandejas elevadas y dentro de unos tubos de plástico está el cultivo en un susbtrato inerte.

Desde que comenzaron los cultivos intensivos en la comarca, el proceso de impacto sobre el acuífero ha sido creciente por la mayor intensificación. Lo que en un principio fueron campos de fresa en microtunel, se fue transformando en invernaderos hasta su máximo aislamiento del entorno con el cultivo hidropónico; y de un periodo de cultivo temporal que excluía el verano, se pasó al permanente para leñosas como arándanos, mora y frambueso que necesitan del riego abundante a lo largo de todo el cálido y seco verano, esto ha supuesto que en los últimos años se produzca un incremento notable del consumo de agua por hectárea. 

La alteración hidrológica se resume en que el agua de lluvia que antes recargaba el acuífero ahora se pierde en el mar, pero por el camino produce daños a las infraestructuras y sus sedimentos colmatan otros espacios protegidos como las lagunas del Estero de Domingo Rubio, o las lagunas que dan la etimología del pueblo de Palos de la Frontera.

Los pasos de agua de dos tramos de carreteras de acceso al casco urbano de Palos de la Frontera hubieron de elevarse por haber quedados insuficientes: en la A-5025 junto al lugar histórico de la Fontanilla (paso del agua del Arroyo de Cabañas) y el paso sobre el Arroyo del Estero de Domingo Rubio, en la A-5026. En ambos casos hay precedente de alteración de la cuenca vertiente por la extracción de áridos, un paso previo para el cambio de uso de forestal a agrícola, pero las riadas que cubrieron las carreteras llegaron con los invernaderos que alteran las escorrentías creando problemas hidrológicos en donde antes no los hubo. 

También se observa con los cultivos leñoso, una escorrentía continua, visible incluso en los meses mas secos del verano; pero no es un agua que recargue el acuífero y solamente podría llegar a Doñana superficialmente en la cuenca del Guadalquivir. Pistas forestales asfaltadas, canalización con obras en hormigón de los drenajes de las fincas, construcciones de naves residenciales para los temporeros, balsas de riego; incendios forestales, abandono de plásticos, botes de fitosanitarios flotando en las lagunas… Fueron otros impactos que aparecieron de forma súbita al principio de las transformaciones. 

Hoy, aunque se realizan estudios de impacto ambiental de estos cambios de uso para el cultivo intensivo, se minimiza al considerarse aisladamente. La acumulación de los impactos, incrementado aún más por las sinergias producidas al abarcar tanto territorio, hace que estemos hablando totalmente de impactos sistémicos para los ecosistemas. Resulta hiriente que se presuma de algunos ridículamente positivos como la fijación de CO2(5) o, con ocasión del incendio de Doñana, servir de cortafuegos. Físicamente, los más llamativos es el aislamiento de los invernaderos. Impiden la entrada de macro y microfauna hasta el punto que sea necesario colocar cajas de abejorros polinizadores; la atmósfera se controla para mantener condiciones favorables de temperatura y la humedad, pudiendo llegarse a suministrar artificialmente dióxido de carbono para incrementar el rendimiento.

 Pero la alteración ecológica más significativa es la siguiente: 

Alteración edáfica: El cultivo requiere de un suelo nivelado, esto puede suponer la destrucción de la red natural de drenaje y la alteración de los horizontes naturales. En ciertos casos se acompaña con el cambio del substrato de cultivo, como es el caso de la aportación de limos en los suelos arenosos. En el caso del cultivo hidropónico, el suelo queda inerte ya que el cultivo se hace en estantes elevados, no hay nada que lo diferencie de un proceso industrial salvo que siguen manteniendo la consideración de suelo agrícola en lugar de industrial.

Alteración hidrológica directa: Además de la perdida de la red de drenaje natural, el plástico impide la filtración del agua de lluvia en el suelo, reduce la recarga del acuífero en dónde es abierto (zona occidental). Por otro lado, este agua al escurrir por el plástico se concentra en un flujo que obliga a su encauzamiento para evitar daños erosivos, esto conlleva la creación de infraestructuras resistentes como canales de hormigón y escolleras en los cauces, aún así se comprometen infraestructuras públicas como los pasos de agua de carreteras, pues se diseñaron para una condiciones hidrológicas muy distintas, ya que han aumentado los caudales punta y los tiempos de concentración se han reducido. Más impacto en el ecosistema y más gasto público en obras de reparación de infraestructuras públicas. 


Recientemente, en la carretera forestal de las Peñuelas, un coche tuvo un accidente cuando el firme se hundió por la erosión, las fotos muestran los invernaderos junto a la carretera ( foto de HUELVAHOY de 22/12/2022). 

 El agua del acuífero está retenida entre los limos, cuando está en la zona de recarga, las arenas rompen la continuidad de los capilares. El acuífero puede recibir el agua de lluvia pero no la pierde directamente por evaporación (si obviamente por la evapotranspiración de las plantas que con sus raíces accedan al acuífero). Como los cultivos han roto los horizontes del suelo, cuando no directamente se han mezclado limos traídos de canteras, ahora hay una continuidad de los capilares que hace que se pierda agua del acuífero por evaporación. 

Fracaso de puente en el arroyo del Estero por socavamiento debido a una escorrentía de los cultivos bajo invernadero, antes casi inexistente. 



Alteración hidrológica indirecta: Se diría que el importante valor ambiental de Doñana se ha usado como chantaje para exigirle a la administración un agua que de otro modo no debería llegarle (en sentido matemático es un agua negativa, pues se detrae como un préstamo). Esto es, el Estado con un trasvase de cuencas ha proporcionado agua para mantener cultivos que extraían el agua de pozos ilegales en un lugar en el que no se disponía de recursos hídricos suficientes para el regadío. Por tanto, todas estas miles de hectáreas parece que obligan a la Administración a tener cubiertas sus demandas de agua de riego, lo cual no es esperable con el común de regantes, menos para el resto de agricultores de secano o el ganadero que depende de las precipitaciones y no espera el socorro del Estado cuando no les llueva. En este caso el coste o la inversión para asegurar un regadío que se sublima “como agua para Doñana”, tiene el agravio que ha plastificado los pinares de Doñana y ha sido pagado con nuestros impuestos(6).

El plástico es la principal fuente de contaminación de emisiones de los invernaderos llegando. En ocasiones, como he podido ver muchas veces en la costa de Almería y Granada, a dispersarse hasta el mar en trozos. 

Espero que el abandono de los envases de fitosanitarios y plásticos sea cosa del pasado, pues no podía esperarse con un cultivo alegal y desordenado el cumplimiento escrupuloso de la cadena de los residuos, pues montañas de plástico aparecían en los montes y ardían si no eran retirados a tiempo, igualmente era fácil ver en las lagunas de los parajes naturales botes de fitosanitarios flotando en las aguas. 
 Residuos agrícolas, junto a otros, dentro del monte público Ordenados de Moguer.


 Por último, el número de temporeros en Huelva dicen que asciende a unos 80.000 para unas 11.000 ha de cultivo de berries. Esta es una elevada carga humana, equivalente a la mitad de la capital de la provincia, con sus necesidades durante meses. El impacto de todo este tránsito de personas es considerable y no parece tampoco importar demasiado, pues cuestiones incluso más principales como la dignidad de las personas parece pérdida cuando se observan los asentamientos. Estas chabolas junto a las naves residenciales (no sé muy bien como llamarlas, supongo que habrá de todo tipo de calidades) supone un impacto brutal, en cuanto a emisión de residuos. Si las autoridades han sido tan dejadas en cuanto a los pozos y ocupaciones de los montes, no es de esperar un saneamiento y recogida de los residuos mínimamente efectivo. En todo caso, tenemos una inflación del regadío (que puede ser valorado económica, social y ambientalmente); pero es que cuenta con la exigencia de la creación de nuevas y costosas infraestructuras públicas que aseguren este nuevo regadío, sin importar que el agua no venga del ciclo hidrológico natural(7). Esta negligente política conducirá a un mercado tensionado del agua que sufriremos todos los usuarios domésticos con subida de precios, nuevos impuestos, pérdida de calidad y posibles restricciones, no porque no llueva sino porque se ha creado una sequía hidrológica estructural, que produzca escasez y precariedad. Es más, se hace una apuesta sin ambages por la desalación(8), que es lo mismo que regar con energía, es echar sal sobre la herida cuando se presume de una estrategia nacional de “restauración de ríos” (derivada de la verde UE) cuyo objetivo fundamental es dejar correr el agua libre hasta el mar(9).

En el caso especial del ámbito de Doñana, estos cultivos intensivos de invernadero que requieren de elevadas cargas de agroquímicos y fertilizantes, están sobre la zona de recarga del acuífero produciendo evidentemente la contaminación del Parque. En donde por otro lado se vienen concediendo permisos para extracción y almacenaje de gas natural. Valore la prioridad de intereses. En este sentido no deja de ser significativo la creación del “Valle del Hidrógeno” en el Polígono Industrial de Palos de la Frontera, que supone la panelización de cientos de hectáreas en el entorno (allí en donde no se plastificó el territorio supongo)para producir la energía eléctrica necesaria para producir hidrógeno verde usando como materia prima grandes cantidades de agua dulce, para poner más al limite si cabe el sistema. Obviamente el ciudadano no ha pedido esto, pero se lo harán creer por aquello del Cambio Climático. Se hace respondiendo a la exigencia de una Alemania tan verde como desnortada al ver como se está hundiendo su industria al hacerse dependiente de un gas ruso que ya no le llega. ¿A quién muestran obediencia y dedicación aquellos a quien votó, sea al parlamento de Andalucía, el Parlamento Nacional o el Parlamento Europeo?

 Una reflexión final

El caso de Doñana es singular por sus valores ecológicos, para el resto es lo mismo en todo el ámbito del mediterráneo español. Veamos. Hasta recientemente el agua se administraba como un recurso público limitado, teníamos cubiertas nuestras necesidades gracias a los embalses, que nos salvaban de la sequía tanto estacional como cíclica propia de nuestro clima mediterráneo seco, no lo olvidemos, pues Europa (la que redacta la normativa marco de agua y ríos) tiene condiciones climáticas diferentes. Lógicamente y era totalmente esperable que la expansión del consumo actual haya creado sequía hidrológica estructural, en clara contradicción con su naturaleza demanial se crea escasez para que se traduzca en la mercantilización del agua con varios agravantes. Costosas infraestructuras hidráulicas pagadas con fondos públicos para mantener el regadío en detrimento de la calidad misma del agua consumida en nuestros hogares y en ocasiones de la seguridad misma del abastecimiento. Es más, el cambio climático sirve como subterfugio insidioso para justificar pérdidas de calidad del agua, mayores impuestos y gastos, posibles restricciones…, que recaen injustamente sobre un consumidor domestico que solamente es responsable de una porción menor de todo el consumo de agua en nuestro país. Resultando que el único agente que reúne las características de maltratado en su doble condición de consumidor y titular del bien demanial es el que no obtiene beneficio económico del agua aunque sí paga sus impuestos. El mismo que es señalado por sus pecados de contaminar y consumir. 


Notas: 

1. La principal fuente de agua del Parque era el río Guadiamar hasta que hubo ser desviado con la rotura de la balsa minera de Aznalcollar en abril de 1998. Actualmente la única entrada importante de agua dulce es el arroyo de la Rocina, cuya cuenca de recepción cubre montes públicos con muchas hectáreas transformadas y ahora cubiertas de invernaderos. Por otro lado como exponen en el trabajo “La Planificación Hidrológica en el Ámbito del Sistema Acuífero Almonte-Marismas: El Caso Doñana.” (Carlos Mediavilla y otros ) del IGM, ha habido un interés político en la segregación del concepto hidrogeológico de Sistema Acuífero de Doñana En este trabajo analizan las causas y consecuencias de una desvirtualización del Sistema Acuífero que subyace a toda el área de Doñana. 

2. Sin embargo, el eucalipto es resistente al encharcamiento temporal, por lo que fue plantado en estos suelos.



 3. Los afloramientos del acuífero, son sus descargas naturales, como los llamados ojos o surgencias que forman algunas lagunas de agua dulce cerca de las marismas. En zonas bajas, junto al litoral, el drenaje posibilita la presencia de sauces, helechos y zarzas, incluso una curiosa mezcla de vegetación de ribera y alcornoque.

4. Los montes públicos del litoral onubense están catalogados de Utilidad Pública y con la entrada de la Ley de Montes de 2003, han pasado a ser bienes demaniales. En realidad la consideración del uso no ha cambio en la legislación forestal, dado que el uso distinto al forestal se considera una ocupación del monte, y éste requiere de su compatibilidad con las funciones del monte (motivo por el que fue catalogado). Si se solicita un uso no compatible, el procedimiento solo conduce a dos vías, declararlo incompatible sin más, doblemente en este caso por ser un uso privativo y por tratarse de cultivo agrícola que por definición legal es incompatible con el carácter forestal. La otra vía, entiendo que en este caso la única legal, pues esta ocupación nunca podría autorizarse, es promover una utilidad pública superior, cosa difícil de entender y que nunca se hizo. En otras palabras, un uso agrícola está por definición excluido en la definición de terreno forestal por la Ley, e igualmente se excluye en el monte demanial (o el de Utilidad Pública) un uso no compatible con el forestal, como es el agrícola. Sin embargo, el consentimiento se hizo explicito hasta el punto que el listado de los beneficiarios de las parcelas de canon llegó a publicarse en el Boletín Provincial de la Diputación de Huelva. 

5. El cultivo agrícola no supone la fijación de CO2, la biomasa producida vuelve a integrarse en el ciclo del carbono en meses. Es más, el balance es desfavorable, hay una emisión neta pues la mecanización se realiza con vehículos de combustión, incluso en los cultivos más ecológicos que se hacen con desmontes de los terrenos forestales y supone que toda la biomasa se degrada emitiendo CO2. Sin embargo, el cultivo forzado presenta unos elevados insumos en forma de materiales y energía derivadas de fuentes de carbono fósil, a lo que añadir en su comercialización, pues precisamente se orienta la exportación como producto de primor y lujo: envasado en materiales como tarrinas o cajas de madera pero cerradas con plástico y el transporte a cientos o miles de kilómetros en camiones frigoríficos. Curiosamente, los plantones de las berries se producen en viveros en el norte de España a 800 km, también el transporte en camiones de las planta supone un primer impacto en cuanto a la emisión de CO2. 

6. Para cubrir las demandas actuales, incluidas las del entorno de Doñana con el trasvase, se espera la terminación de la presa de Alcolea en el río Odiel, contemplado en el Plan Hidrológico quinquenal pasado y actual, cuando ponerla en servicio y distribuir agua de riego, bien puede ser una o dos décadas. No se entiende bien el interés para tan largo plazo, cuando además es preocupante la calidad del agua, ya que se embalsaría uno de los ríos más contaminados por metales pesados del planeta ( al final pongo enlace de estudio realizado por la Universidad de Huelva, que concluye que: “Esta agua no podría ser utilizada directamente en la agricultura ni para ningún otro fin“). Resulta muy preocupante el efecto ambiental y económico que a largo plazo puede desencadenar: no son componentes orgánicos degradables con el tiempo, son sustancias edafo y bio acumulativas altamente tóxicas. Un riego tolerado unos años con cantidades moderadas o aún bajas, de arsénico, plomo, cobre, etc., dado que no se degrada, se acumulará contaminando los suelo y el acuífero de Doñana. La dificultad de solventar la contaminación del río se encuentra en el mismo origen, dado que no se trata de vertidos sino en la contaminación difusa que aparece en las escorrentías de grandes extensiones de piritas en descomposición. El siguiente enlace es el informe de la Universidad de Huelva sobre la calidad del agua de la presa de Alcolea. https://sge.usal.es/archivos/geogacetas/Geo42/Art15.pdf 

7. El gobierno andaluz ya hizo previsión de ello cuando al poco de entrar la Junta modificó la Ley de Aguas para poder proceder a la sustitución de caudales por otros de diferente origen procedentes de la reutilización de aguas residuales regeneradas y con aguas procedentes de la desalación. (Decreto-ley 2/2020, de 9 de marzo, de mejora y simplificación de la regulación para el fomento de la actividad productiva de Andalucía. Artículo 14. Modificación de la Ley 9/2010, de 30 de julio, de Aguas de Andalucía.). 

8. El hidrológico pasa por ser uno de los ciclo más trascendentes de la naturaleza y su preservación uno de los principios ambientales. Introducir un factor externo como la desalación, es quebrar la sostenibilidad sobre el agua. Cuando este agua se confunda con la del ciclo hidrológico (que es un bien público) seremos dependientes para siempre de algo tan vital como el agua, pues se habrá mercantilizado. La primera consecuencia nefasta es la ambiental, pues la planificación se puede hacer sin contar con el ciclo hidrológico: nos despreocupamos de preservar las cuencas, especialmente las zonas de recarga de acuíferos o del agua embalsada como son la zonas forestales o de alta montaña, en donde tenemos gran parte de nuestra biodiversidad mejor conservada. Podemos abandonar a su suerte los cauces y embalses, dejando que se aterren por la erosión, o se contamine el agua por la contaminación de explotaciones agrícolas o ganaderas en intensivo. También puede ser contemplado como una forma de pérdida de derechos y libertades públicas, de democracia en definitiva. Ya que se produce una sometimiento del interés público a unos intereses financieros ajenos. Esto es algo perverso y a lo que estamos sometidos sin que haya conciencia, que incide en la toma de decisión de nuestros gobiernos, vivimos de prestado gracias a que somos dependientes de una enorme deuda que lastra por no decir, impide que nuestros gobernantes tomen las decisiones con plena autonomía, este proceso se incrementará más con la desalación pues nos hará aún más deudores. 

 9. Mientras se consolidan las transformaciones como los cultivos de regadío intensivos que incluso invaden cauces públicos, o se arrancan olivares para la energía fotovoltaica de un ineficiente hidrógeno verde, se hacen actuaciones de “restauración de ríos” de dudoso interés en nuestra región. Todo parece un relato ambiental falso, contradictorio con la realidad. Nuestros gobernantes benefician a los sectores financieros, la gran industria (incluida la de armamento, por cierto); la fauna exótica y hasta a los gatos callejeros, mientras que el ciudadano recibe todos los agravios vía imposiciones e insultos. Nos responsabilizan de dañar al planeta. Nos acosan moralmente para sentirnos culpables, cuando no creo que haya un solo europarlamentario que se sienta amargado por dejar su huella de carbono ni viva de forma tan austera como ellos quieren que todos vivamos alimentándonos de carne artificial hecha con grillos y gusanos. Llegaremos a ello si creíste aquello de “serás pobre y serás feliz”.

Varias noticias relacionadas con el tema:

https://www.publico.es/sociedad/temporeros-toufik-alasal-historia-primer-muerto-incendio-chabolas-temporeros-fresa.html 

https://www.huelvahoy.com/articulo/sucesos/impresionante-un-coche-y-su-conductor-caen-una-gran-zanja-tras-desplomarse-la-carretera-moguer-mazagon/20221212230214181940.html 

https://www.ecologistasenaccion.org/126731/los-incendios-de-la-planta-de-plasticos-agricolas-de-la-algaida-sanlucar-envenena-toda-la-costa-noroeste/ 

https://tintonoticias.com/tag/plastico/ 

https://www.esradioalmeria.com/2021/01/24/depositan-la-estructura-completa-de-un-invernadero-en-la-zona/ 

https://huelvabuenasnoticias.com/2014/06/16/los-bomberos-extinguen-un-incendio-en-un-vertedero-de-plasticos-agricolas-en-cartaya/ 

https://www.huelvainformacion.es/provincia/principal-hipotesis-Bonares-plasticos-agricolas_0_1705630817.html 

https://elpais.com/ccaa/2013/09/06/andalucia/1378496115_820826.html 

https://elpais.com/espana/2021-05-16/un-incendio-en-un-asentamiento-chabolista-de-huelva-deja-sin-hogar-a-unos-180-migrantes.html https://www.publico.es/sociedad/incendios-asentamientos-migrantes-huelva-temporeros-tirar-huelva.html






domingo, 29 de junio de 2025

El LAMENTO POR DOÑANA

 

La problemática de los regadíos del entorno de Doñana reaparece continuamente en los medios de forma simplificada y contradictoria a consecuencia de las disputas políticas dentro del contexto de la pertinaz y crónica sequía.

Antigua transformación de un terreno forestal en Almonte

La sobreexplotación del acuífero y otros reconocidos abusos que degradan los ecosistemas de Doñana tienen un recorrido tan lejano como el reconocimiento del patrimonio natural del Parque, por la complacencia de los gobernantes de cualquiera de las administraciones públicas competentes ante los actores económicos.

En las siguientes líneas expongo la problemática centrada en el regadío y ligado con el llamado acuífero de Doñana o Sistema Almonte-Marismas (antes conocido como Sistema Acuífero n.º 27 por el IGME) que abarca desde la ría del Tinto hasta el Guadalquivir. Unidad natural posteriormente segregada siguiendo la divisoria entre las cuencas del Guadalquivir y la del Tinto, o lo que es lo mismo, entre las competencias de las administraciones estatal (Ministerio de Transición Ecológica)  y autonómica (Junta de Andalucía).

CRONOLOGÍA DE ACONTECIMIENTOS:

1.- Comienzan los regadíos.

La etapa final de franquismo, marcada por una política calificada de desarrollista, impulsó el regadío en amplias zonas del territorio. Uno de estos proyectos sería el Plan Almonte-Marismas, ubicado  en zonas aledañas al Parque Nacional y frustrado a causa de los datos incorrectos de la FAO sobre la capacidad de explotación del Sistema Acuífero n.º 27 (a partir de ahora Acuífero de Doñana) totalmente rebatidos por un estudio posterior realizado por el IGME en la década de los 80. El Instituto Geológico y Minero advirtió de la escasa capacidad de explotación del acuífero que ya en ese momento (en el que el boom de la fresa solo había hecho comenzar) podía considerarse sobreexplotado con señales en algunos pozos de cierta intrusión marina (salinización en lugares cercanos a la costa como Mazagón), así como bajada del nivel piezométrico histórico en la zona oriental (Almonte) colindante al Parque Nacional.

Sondeo para abrir un pozo ilegalmente en el monte público de Almonte

Unos años antes había llegado un nuevo híbrido americano de la fresa que se conocerá como fresón(1), siendo éste el primero de los cultivos de “berries” creados en la rica California para proveer a los mercados del nuevo lujo de disponer en invierno de estos frutos delicados propios del verano. Ya estaba también al alcance de los europeos el capricho de consumir fresones fuera de temporada gracias a una forma de producción agrícola novedosa, consistente en adelantar la primavera a una plántula cultivada en lugares fríos (norte de España), trasladándola a un territorio de invierno cálido como era el caso del litoral de Huelva.

Cultivo hidropónico  moderno del fresón

Sin usar aún invernaderos se consiguió adelantar a marzo una producción que gozará de  total exclusividad en el mercado hasta que en junio se produce la fresa  en Europa, y sin posible competencia de otros continentes del hemisferio sur debido a lo delicado y perecedero del fruto. Una elevada rentabilidad que aún podría incrementarse forzando más el cultivo, adelantando la producción hasta principios del invierno y llevando el cierre de campaña a finales de mayo cuando los precios se moderan por la competencia europea, precisamente en el momento en que sin forzar la fresa está en su sazón.

Curiosamente, mientras aquel Plan no pudo ejecutarse por insostenible, la desordenada expansión posterior del regadío será posible ante la total falta de planificación. El  “milagro”, contó con la necesaria complicidad de todas las administraciones públicas con competencia en ordenación del territorio, agricultura o agua; también este desarrollo ha sido alentado por todo tipo de actores públicos y privados, como el sector financiero, sindicatos y otros organismos. Si ahora hay lamentos por las consecuencias sobre Doñana, ninguna de las administraciones puede hacer responsables a los agricultores apoyados por ellas en toda su actividad.

2.- Las Malvinas

Durante la primavera de 1982, la dictadura militar argentina ocupa el territorio de las islas Malvinas de soberanía británica. Por analogía se denominó “Las Malvinas” a una zona del municipio de Moguer en la que, por aquellas fechas, comenzarían las ocupaciones del monte público municipal del Catálogo de Utilidad Pública  “Ordenados de Moguer”. Simplemente, cualquiera tomaba una parcela de un terreno ideal, llano, fácil de trabajar y con agua a poca más de un metro de profundidad; aunque aquellos pioneros no disponían de la importante inversión necesaria, no tuvieron problemas gracias a los créditos de cajas y bancos que vieron la alta rentabilidad del cultivo.

Transformación de un terreno forestal para cultivo de berrries en Moguer. El cultivo requiere de la nivelación del terreno, cosa fácil en suelos arenosos.

El origen fue algo tan aparentemente intrascendente como el consentimiento para el aprovechamiento agrícola de algunos terrenos industriales del término de Palos de Frontera, que formaban parte del Polo Químico cuya titularidad era estatal (SEPES). Nadie vio inconveniente en que unos pocos pobres agricultores pudieran salir adelante con el uso temporal de un terreno público e industrial, no obstante ya antes se habían concedido tierras estatales en el entorno (Coto de su Excelencia); pero, los altos ingresos obtenidos con el cultivo del fresón, motivarían que otros lo intentarán en el colindante monte público del municipio vecino, justo donde comienza el extenso pinar que lleva a Doñana.  Una vez se toleró el primero, dadas las facilidades y rendimientos, vendría otro a imitarlo y otro… Aunque se estaban cometiendo infracciones, ninguna administración corregiría el frenesí creado ante la expectativa de riqueza,  jugando de forma frívola con la legalidad.

En tan solo unos pocos de años serán miles de hectáreas en Moguer, Bonares, Lucena del Pueto, Rociana o Almonte; repitiéndose una y otra vez las ocupaciones de montes públicos, además de las transformación de muchos terrenos forestales o agrícolas de secano con la extracción de agua del acuífero.

Las Malvinas. Esta llanura arenosa que se extiende al este hasta Doñana era todo pinar hasta principios de la década de los 80 del pasado siglo.


En otras circunstancias la burbuja se habría desinflado por saturación del mercado; pero no fue el caso, al aparecer otras alternativas aún más rentables como el arándano, la superficie se extendió por otras zonas del litoral onubense como Cartaya o Lepe, fuera del área que nos ocupa2.


Imágenes PNOA comparativas en el visor del IGN el sur del término de Moguer.  Muestran la transformación del territorio en un plazo de unos 20 años  desde los inicios de las ocupaciones del monte público. En la parte inferior se encuentra  la cabecera del arroyo Madre del Avitor que vierte a la laguna endorreica de Las Madres.

3.- Evolución de las transformaciones

A finales del pasado siglo, ya se habían producido la gran mayoría de las transformaciones actuales del entorno de Doñana. En menos de una década, la mayor parte de la ocupación del espacio forestal siguiendo el típico modelo de mancha de aceite. Aun se realizaba un cultivo similar al de la fresa tradicional: plantación invernal y producción en primavera y verano; esta última producción destinada parcialmente a la industria. Es en este momento cuando el IGME pone en evidencia la sobreexplotación del acuífero y los riesgos de contaminación por fertilizantes y otros agroquímicos que acabaría en el acuífero por la percolación en el suelo arenoso.


Imagen del año 1973 de parte de la zona de recarga del acuífero de Doñana. Términos de Palos de la Frontera y Moguer. A la izquierda se encuentra el Polo Químico


Evolución en el año 2013 del mismo territorio. Entonces delimitado al norte y sur por los humedales protegidos: Estero de Domingo Rubio y Laguna de Las Madres. 

En esta primera fase no hay invernaderos, en todo caso se usó el microtunel y  acolchado de plástico para evitar las malas hierbas. Con el tiempo se aportaron limos de las canteras cercanas a las arenas  para dar consistencia a los caballones  y aumentar la retención del agua, lo que supone una irreversible alteración del suelo con consecuencias hidrológicas importantes al ser esta zona la del acuífero abierto, es decir, la de recarga natural del acuífero.

En una segunda fase, a comienzo de la década de los 90, mientras que se ralentizó el incremento de la superficie forestal transformada, el cultivo se llevó a las más altas cotas de intensificación buscando los altos precios invernales. Los primeros intentos se encontraron con la pudrición de los frutos por botritis asociada a la humedad invernal, lo que llevó a esterilizar el suelo con bromuro de metilo, un producto CFC prohibido  por el protocolo de Montreal de 1987, ratificado por España en 1989. La solución final será el cultivo en invernaderos.

Una moratoria (decían que “no había alternativa”) hará que la prohibición del bromuro de metilo no se hiciese efectiva hasta 2005 con la consecuencia indirecta de la muerte de muchas líneas de pinos del monte público que aún se habían respetado entre lindes o cerca de las carreteras, esto expandirá aún más la transformación a costa del monte público. Al llegar el verano, en el paisaje despejado aparecieron nubes de arena como claro presagio del movimiento dunar. Hubo algunos intentos de evitarlo como cortavientos de casuarina y baldeo con  aspersores, serán una solución temporal y breve, pronto se colocaron los cultivos bajo invernaderos permanentes y se introducen los cultivos leñosos no anuales de suelos húmedos (arándano, mora y frambuesa).

El baldeo de caminos continuará, lo que supone en definitiva un exceso de consumo de agua,  para  evitar que el tractor levante la arena que ensucia la delicada fruta que lleva en el remolque (esto no ocurre en el invernadero sino en el tránsito). Tras las quejas de los agricultores, los municipios asfaltaron incluso las principales pistas forestales.

En la fase actual, las arenas permeables que tras la lluvia recargaban el acuífero, ahora  están cubiertas de plástico y su permeabilidad reducida por la mezcla con limos. Las precipitaciones generan arroyos y una erosión (antes inexistente)  provoca daños en infraestructuras como pasos de agua en carreteras. El agua que debería recargar el acuífero de Doñana, acaba mayormente perdida en la marisma.


Zona de transición del monte público municipal Ordenados de Moguer con los cultivos de fresón más intensivos e impactantes: hidropónico en bandejas elevadas bajo invernadero y dentro de un cerramiento metálico. El carril lleva al Arroyo de la Dehesa del Estero, zona ZEC “Dehesa del Estero y Montes de Moguer”, cuyas aguas vierten al paraje natural Estero de Domingo Rubio



El carril atraviesa el arroyo por un puente de nueva construcción que  colapsó poco después de ser construido. Puede observarse el uso de escolleras de protección, algo absurdo dos décadas antes pues en estos suelos arenosos el  flujo del agua apenas era perceptible. 

El carril de las anteriores imágenes hubo de cortarse al tráfico por un socavón tan profundo que podía tragarse por entero a un ciclista. Es fácil entender porqué se produjo el descalce del puente doscientos metros más abajo.



4.- Llega el POTAD: Plan de Ordenación del Territorio del Ámbito de Doñana

El POTAD llegó finalmente en el 2004, siendo su incumplimiento un delito. Poco tiempo después la WWF denunciará su incumplimiento además de constatar que los pozos no se cerraban.

En los últimos 20 años, con cambios de gobierno en una y otra administración,  el proceso se ha estabilizado en el espacio de Doñana y la presión  transformadora se ha dirigido hacía municipios limítrofes como Trigueros, Beas o Niebla; sin embargo, permanece irresoluble la problemática de la sobreexplotación del acuífero.

Un salvoconducto alegal

Cuando se tolera un acto ilegal3, como fue la ocupación del monte público y la extracción sin concesión de agua del acuífero, repitiéndose una y otra vez hasta convertirse en  procedimiento habitual; para luego otorgarse  derechos: reconocimiento de ocupación de la parcela de canon, ayudas directas e infraestructuras derivadas de fondos europeos. Se ha creado un salvoconducto “alegal” que es una forma de esquivar el derecho.

Es esta la causa que los regantes, que llevan décadas extrayendo del acuífero sin mayores problemas, no se vean como infractores y exijan el agua prometida por unas y otras administraciones competentes que se sacuden el problema. Unos dando derechos a los regantes pero no la concesión del agua por no tener la competencia; los otros que niegan el agua pero no cierran los pozos ilegales y dan como solución el agua superficial de una cuenca que  tiene excedentes y no es de su competencia.

El impacto social de una falta de planificación

Grandes cambios sociales y económicos suelen derivar de decisiones políticas, así  sucederá en el municipio de Palos de la Frontera  cuando el gobierno implantó el Polo Químico.  Las grandes transformaciones producidas origen de los actuales cultivos de “berries” no derivan del impulso activo de las administraciones pero sí cuentan con la indulgencia de la autoridad, al tratarse de acciones generadoras de beneficio económico en el territorio. Ha sido espectacular el salto cualitativo desde aquellos primeros cultivos de fresas tradicionales hasta una tecnificación industrial del fresón que requiere de grandes plantas de clasificación y embalaje y de una cadena de frio que pasa por una bien coordinada distribución en camiones frigoríficos que abastecen a toda Europa.

Al comienzo, en Palos de la Frontera, los agricultores tenían fincas pequeñas y les bastaba con algo de mano obra local y la de algunas familias de jornaleros, de comarcas cercanas de Sevilla y Cádiz, que los agricultores alojaban en viviendas del pueblo. Como la campaña se acomodaba al curso escolar, los niños de estos temporeros podían  estar en el colegio público o en la guardería municipal, mientras los padres trabajaban en el campo. Por tanto, los nuevos cultivos cumplían con una función social importante a la par de crear riqueza en la comarca, como era aliviar el elevado paro de pueblos de jornaleros como Villamartín o Puerto Serrano.

El incremento de la riqueza no tiene porqué traducirse totalmente en un beneficio social. Los cambios que hicieron del cultivo una industria, comenzaron precisamente con una abrupta ruptura de la buena vecindad. Creo que sería el año 1989 cuando los jornaleros atentos a la alta rentabilidad del cultivo exigieron mejoras salariares y plantearon una huelga. La tensión creció hasta producirse algún incidente violento y la campaña acabó en discordia. Al inicio de la campaña siguiente, al no tener garantizada la mano de obra, el colectivo de productores llevó sus lamentos a los medios de comunicación pidiendo la ayuda de las administraciones. El conflicto laboral vendrá a coincidir con un disparo de la demanda de jornaleros al comenzar la gran transformación productiva derivada de la entrada de inversores atraídos por un negocio muy rentable; ahora serán grandes fincas que requieren ya de decenas de temporeros que recogen el fresón cada día en el momento álgido de los precios, sin importar que llueva o sea festivo. No fue casualidad que aparecieran, como respuesta al calificado como “el efecto llamada”, muchos inmigrantes norteafricanos en una autentica avalancha humana que cruzará el estrecho  con o sin papeles, creándose un grave problema por la falta de alojamiento; también en esto hubo una falta de planificación que perdura hasta día de hoy. Mientras miles de varones emigrantes se ven obligados a improvisar asentamientos de chabolas en el monte, los grandes propietarios exigen traer mano de obra femenina del extranjero, primero de Polonia, más tarde rumanas, ahora marroquíes. Incluso cuando la pandemia nos impedía el tránsito interprovincial no dejaron de llegar las trabajadoras de Marruecos con el beneplácito de todas las autoridades. ¿Me pregunto si se le hubiese consentido a cualquier empresario de otro sector contratar discriminando por sexo y nacionalidad de un país extracomunitario  y en plena pandemia?

Se dice que se prefieren estas mujeres porque tienen su familia esperando su vuelta, siendo más sumisas que los hombres. Si esta fuese la causa, la de una mano de obra menos reivindicativa, podría interpretarse el porqué parece haberse expulsado a la mano de obra del oeste de Andalucía que ostenta el poco honorable puesto de estar a la cabeza del paro en Europa.

Quizá el apoyo público a esta contratación en origen con retorno asegurado, tenga otro trasfondo social relacionado con el creciente número de nuevos residentes emigrantes. Sería está la verdad incómoda de los que teniendo voz pública se muestran tan sensibles con el emigrante como ciegos ante unos asentamientos y guetos que parecen permanentes, puesto que se crearon hace ya más de dos décadas.

Tengo claro que la globalización es un fenómeno aprovechado por el gran capital para igualar a los trabajadores por abajo. Lo más común es que el capital occidental use  mano de obra oriental; pero se mueve el capital, no la mano de obra. Aún así se enorgullecen las administraciones públicas y el sector de la creación de peonadas con la  contratación en origen de estas mujeres. Cuando no deja de ser a beneficio de los intereses de los empresarios, no hay detrás ninguna motivación social, prueba de ello son los asentamientos y la generación de guetos.


Incendio en un asentamiento  de inmigrantes africanos en Palos de la Frontera. Desde hace tres décadas, son miles los hombres que trabajan en la campaña que no disponen de lugar digno para vivir y frecuentemente sus asentamientos salen ardiendo con gran virulencia pues los materiales usados son altamente inflamables como palets y plástico.

Esta mano de obra temporera también tiene su impacto ambiental al ser un incremento poblacional inasumible. Para dar alojamiento a miles de temporeros, nuevamente sin planificación, se construyeron barracones en las fincas, sobre el área de recarga del acuífero de Doñana, por lo que cabría esperar deficiencias en el saneamiento y contaminación. No obstante, actualmente el municipio de Palos de la Frontera no depura las aguas residuales.

Desde cualquier punto de vista resulta intolerable la presencia de los asentamientos de emigrantes, que no solo están en estos municipios  de Doñana, también en otras zonas de Huelva y el Levante. Son el resultado de la desidia de las administraciones y esto se traduce en un potencialmente foco de criminalidad, ahora ciertas noticias en prensa aseguran que se usan para encubrir el tráfico criminal de personas.

https://www.huelvainformacion.es/huelva/Fiscalia-corrupcion-funcionarios-Medio-Ambiente_0_438856469.html

https://andaluciainformacion.es/barbate/1287951/la-ue-pone-el-foco-en-la-situacion-de-los-asentamientos-vinculados-a-la-fresa-de-huelva/

Esta creación de riqueza no ha dependido de una planificación que es una exigencia en las sociedades avanzadas que se esfuerzan en el bien común, son importantes las formas en que se produce el desarrollo económico dentro de un estado democrático, social y de derecho: tan dañino es el deterioro ambiental como el de nuestras administraciones públicas, ambos deterioros van parejos y son reflejo de una política consentida por una cultura  poco exigente y con insuficiente autocrítica para mejorar.

 

Notas:

Arroyo Madre del Avitor en el año 1994, aun se conservaba el brezal atlántico
1. Parece que en la provincia la pionera fue la Finca de las Madres, junto  la laguna protegida, en donde hubo una explotación de turba, estrechamente relacionada con el acuífero junto a otras lagunas menores origen de la etimología del municipio de Palos de la Frontera (del latín palus, laguna). Fue hábitat de la colonia nidificadora de espátulas que actualmente se encuentra en Marismas del Odiel.  Se originó al final de la último periodo glacial cuando un cordón de dunas elevo el relieve cerrando el drenaje natural del acuífero (complejo endorréico del Abalario). Parte del espacio es el Arroyo Madre del Avitor, que albergaba cuando fue protegido una flora singular relacionado con los brezales atlánticos de Galicia o sur de las Islas Británicas (Erica ciliaris, Ulex minor, Genista anglica, Osmunda regalis…) despareciendo recientemente debido a las transformaciones.

2. El fenómeno del  cultivo de berries o frutos rojos merece ser estudiado dentro del marco de la economía global. Probablemente sea señalado dentro de unos años como uno de los extremos a los que se llegó, en flagrante contradicción con el desarrollo sostenible más elemental. Independientemente de la problemática creada con la ubicación de los cultivos, mermando la masa forestal de Doñana, el área de campeo del felino más amenazado del mundo, el lince ibérico. Desde el punto de vista social y económico estamos ante una producción agrícola de primor y capricho, en tanto que no viene a cubrir necesidades alimenticias sino que ha venido a crear un mercado que antes no existía (fresas fuera de temporada, por ejemplo) para la que no hay mano de obra local (cada campaña es necesario traer a los temporeros de África o incluso de América) produciendo un efecto llamada con complejos y muy graves problemas asociados, como los asentamientos en el monte de los emigrantes debido a la carencia de alojamiento, que anualmente salen ardiendo.  Desde el punto de vista ambiental se trata de un cultivo que está en el extremo superior de la intensificación -o industrialización- agrícola: se aísla del entorno hasta despreciar el suelo (cultivo hidropónico) y requerir de polinizadores externos (abejorros de granja); requiere de los más elevados insumos de agua y de materias no renovables contaminantes como derivados del petróleo; y requiere de un gran consumo energético, ya que requiere de un transporte frigorífico para llevar rápidamente a este perecedero fruto a miles de kilómetros de distancia y abastecer a las clases medias y altas que puedan permitirse este lujo.

3. La ocupación del monte sin autorización y la extracción del agua sin concesión son infracciones administrativas. Pero en este asunto se conculcan ciertos principios básicos de la Constitución como el principio de legalidad del art.9; o el tan traído últimamente  art. 14 relativo a la “igualdad “ de trato por parte de las administraciones, o lo que es lo mismo “ante la aplicación de la Ley” que según sentencia del Tribunal Constitucional (STC, Recs. 63/1984 y 64/1984, de 21 de mayo) confiere a todos los españoles el derecho a no soportar un perjuicio o una falta de beneficio, desigual o injustificada. En este sentido, aclararía que la “actuación de las administraciones públicas” ha de entenderse igualmente la que hace de oficio como la que omite, como es el caso. El beneficiado es el que parte de una infracción, mientras que el resto de los ciudadanos  que respetan las normas salen doblemente perjudicados: Por no acceder en igualdad de condiciones al reparto de las tierras y agua; y por el perjuicio ambiental que han supuesto las pérdidas en monte público y espacios naturales.

Aún podría añadirse un perjuicio público por la pérdida patrimonial del monte público (todos declarados de utilidad pública desde muy antiguo) y los elevados costes a remolque de los acontecimientos en infraestructuras pagadas con fondos públicos: canalizaciones, bombeos, balsas, asfaltado de carreteras... y tal vez en un futuro desaladoras. Todas conducentes a hacer sostenible un regadío que nunca fue sostenible.

 


EL AGUA DE DOÑANA

¿Pueden afectar a Doñana cultivos que están a 40km? Esta cuestión ha estado en los medios. Como no creo que sean tan ignorantes como para pe...