España
es un país seco en el que los pilares de su economía, que son el turismo y la agricultura, dependen
del agua. Pero, más allá de la economía, la calidad del agua resulta ya uno de
los elementos indispensables para la salud y señal diferenciadora del nivel de
vida de los pueblos.
Para
el ciudadano, detrás de la planificación hidrológica hay campos de golf,
urbanizaciones, regadíos, riberas, campos, montes y montañas. Leyendo la prensa
parece que en este orden de importancia; un orden muy discutible.