La
decadencia del arbolado en la dehesa, la desaparición de conejos, de perdices y
linces; problemas graves de nuestros
montes ¿Cuál es la causa?
El
reduccionismo imperante favorece la explicación simple y desconectada de los
procesos ecológicos de ciertos fenómenos no deseados en nuestros campos,
achacados a factores externos o singulares explicados por “enfermedades
encadenadas”.
En
el primer supuesto, la seca, se considera que un hongo pudre las raíces del
árbol debilitando y acabando por secar a la encinas y alcornoques. Se culpó
como asesino a Phytophtora cinnamomi;
sin embargo, al no parecer en algunos lugares, se culpó también a otro hongo, como Phytium sp. No sólo no puede explicarse el fenómeno con
una única causa patógena, sino que al extenderse a otras formaciones forestales
como pinares se habla ya de una causa global: un cambio climático ¡en apenas
dos décadas! Que afecta a árboles con un ciclo de vida varias veces centenario y que viven en un rango amplio de
situaciones climáticas.
Y
hay más factores que intentan explicar la muerte del arbolado en la dehesa y se
centran en patógenos asesinos. Centrar el problema en estos “liquidadores” es
una reducción de una compleja realidad en la que el arbolado es la punta del
iceberg
Lo
que ocurre con la dehesa se repite en el medio natural más tradicional, se
"pone en valor" y se da una vuelta de tuerca económica pintada de
"desarrollo sostenible". Este nuevo
paradigma de la dehesa del siglo XXI, la dehesa 2.0 modernizada salvándola de su
papel marginal dentro de la economía agraria, cambiando unos usos muy
extensivos que dejaban respirar al arbolado porque mantenían su esencia
forestal.
Y
es que en todo esto hay algo de perversión pues el manejo que causa la
decadencia, como la eliminación de matorral invasor con gradas o la siembra
subvencionada de pratenses a su vez oculta los síntomas forestales evidentes,
no es la decrepitud que vemos en los viejos y moribundos árboles como se suele
señalar, es más obvio: la falta de
renovación natural por la sobrecarga ganadera y el mecanizado del suelo.
Desde
el punto de vista ambiental es un desastre que debería llevarnos a reflexionar cuando
escuchamos las "palabras mágicas", "sostenibilidad" o "desarrollo sostenible". Y es que la política económica tiene mucho que
ver en esto. Nunca se vio desde el Neolítico esta compatibilidad entre el uso
agrícola y el forestal, y la dehesa se
mantenía por el abandono del uso primero.
Sin embargo las medidas, al contrario, apoyan la intensificación agrícola y
ganadera, y se hacen con buena voluntad política. Ya que la falta de intensidad
en la explotación obedecía al retraso secular, no obstante ¿dónde están las
dehesas sino en lo más retrasado de este país?
El
resultado final, la actualización 2.0 del monte mediterráneo, es el empuje
hacía el lado agrícola moderno del medio tradicional mediterráneo con
consecuencias grotescas como la búsqueda de superencinas (árboles resistentes)
o la plantación de ejemplares enjaulados
en cajas protectoras. Una forma más de esconder el fracaso de la gestión, de la
ruptura del vinculo con los procesos ecológicos
del monte mediterráneo. Esta forma de renovar es artificial, es un
fracaso de la gestión forestal pues se desvincula de los procesos naturales
Son
los paliativos a la enfermedad del ecosistema, un lavado de la fachada, se
ocultan los síntomas más visibles y no se
soluciona el problema ecológico. Es este el modelo del "desarrollo
sostenible", puesto que lo vemos en todo el monte, también en relación con
la gestión de la fauna cinegética y el lince. Como las sueltas de perdices o conejos en
cotos de caza mal gestionados y la
kittyficación del lince. Un futuro Lynx pardinus genéticamente verdadero, pero
criado en cautividad ( y con toda la
tecnología) al que le faltan los mismo
atributos que a nuestro canario en su jaula, ya
desconectado de sus parientes salvajes.
Con
el caso del conejo no voy a extenderme que cada cual saque sus conclusiones en
base a los datos. Deben saber que la desaparición del conejo en los cotos se
justifica fácilmente a causa de enfermedades víricas. La realidad puede
llamarles la atención, pues fuera de estos cotos se autoriza su caza por
daños (Ver Resolución de 3 de julio de
2015, de la Dirección General de Gestión del Medio Natural, por la que se
adoptan medidas cinegéticas excepcionales por daños de conejos silvestres en
varios términos municipales de las provincias de Cádiz, Córdoba, Granada, Jaén,
Málaga y Sevilla. BOJA 140, de 21 de julio de 2015).
Algunos
de los cotos sin conejo son colindantes en la campiña con los cultivos dañados.
¿Qué ocurre en los cotos?
Tampoco
parece extraña la alta incidencia de enfermedades como la tuberculosis en la
caza mayor con una gestión basada en el
cerramiento y que apoyada por la alimentación
artificial eleva las densidades como jamás antes las hubo y sin que
existan depredadores que saneen ni mucho interés por la caza de gestión (matar
animales enfermos o para reducir el número de hembras).
Y
no es que quiera culpar a los gestores de los cotos, en Doñana, que aunque se
use el antiguo término no es un coto, tenemos a más de la mitad de los jabalíes
enfermos de tuberculosis bovina. ¿O será que finalmente si parece su gestión la
de un coto?
Lince Ibérico - El gato de todos - Naturalistas
https://elpais.com/elpais/2016/11/15/ciencia/1479212102_156530.html?rel=mas
Lince Ibérico - El gato de todos - Naturalistas
https://elpais.com/elpais/2016/11/15/ciencia/1479212102_156530.html?rel=mas
https://elpais.com/diario/1998/06/16/andalucia/897949341_850215.html
https://www.fac.es/prensa/noticias/declarada-area-emergencia-cinegetica-por-danos-conejo-en-municipios-cadiz-cordoba-jaen-malaga-sevilla
http://sevilla.abc.es/andalucia/20150721/sevi-conejos-convierten-amenaza-para-201507211846.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/07/23/ciencia/1216827171.html
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