lunes, 2 de abril de 2018

FENÓMENOS ECOLÓGICOS REDUCIDOS A PROBLEMAS SANITARIOS


La decadencia del arbolado en la dehesa, la desaparición de conejos, de perdices y linces; problemas  graves de nuestros montes ¿Cuál es la causa?
 
Conejo junto a la marisma de Isla Cristina
El reduccionismo imperante favorece la explicación simple y desconectada de los procesos ecológicos de ciertos fenómenos no deseados en nuestros campos, achacados a factores externos o singulares explicados por “enfermedades encadenadas”.

En el primer supuesto, la seca, se considera que un hongo pudre las raíces del árbol debilitando y acabando por secar a la encinas y alcornoques. Se culpó como asesino a Phytophtora cinnamomi;  sin embargo, al no parecer en algunos lugares, se culpó también a otro  hongo, como Phytium sp.  No sólo no puede explicarse el fenómeno con una única causa patógena, sino que al extenderse a otras formaciones forestales como pinares se habla ya de una causa global: un cambio climático ¡en apenas dos décadas! Que afecta a árboles con un ciclo de vida varias veces  centenario y que viven en un rango amplio de situaciones climáticas.

Y hay más factores que intentan explicar la muerte del arbolado en la dehesa y se centran en patógenos asesinos. Centrar el problema en estos “liquidadores” es una reducción de una compleja realidad en la que el arbolado es la punta del iceberg

Lo que ocurre con la dehesa se repite en el medio natural más tradicional, se "pone en valor" y se da una vuelta de tuerca económica pintada de "desarrollo sostenible".  Este nuevo paradigma de la dehesa del siglo XXI, la dehesa 2.0 modernizada salvándola de su papel marginal dentro de la economía agraria, cambiando unos usos muy extensivos que dejaban respirar al arbolado porque mantenían su esencia forestal.   

Y es que en todo esto hay algo de perversión pues el manejo que causa la decadencia, como la eliminación de matorral invasor con gradas o la siembra subvencionada de pratenses a su vez oculta los síntomas forestales evidentes, no es la decrepitud que vemos en los viejos y moribundos árboles como se suele señalar, es más obvio: la  falta de renovación natural por la sobrecarga ganadera y el mecanizado del suelo.

Desde el punto de vista ambiental es un desastre que debería llevarnos a reflexionar cuando escuchamos las "palabras mágicas", "sostenibilidad" o  "desarrollo sostenible".  Y es que la política económica tiene mucho que ver en esto. Nunca se vio desde el Neolítico esta compatibilidad entre el uso agrícola y el forestal,  y la dehesa se mantenía por  el abandono del uso primero. Sin embargo las medidas, al contrario, apoyan la intensificación agrícola y ganadera, y se hacen con buena voluntad política. Ya que la falta de intensidad en la explotación obedecía al retraso secular, no obstante ¿dónde están las dehesas sino en lo más retrasado de este país?

El resultado final, la actualización 2.0 del monte mediterráneo, es el empuje hacía el lado agrícola moderno del medio tradicional mediterráneo con consecuencias grotescas como la búsqueda de superencinas (árboles resistentes) o la plantación  de ejemplares enjaulados en cajas protectoras. Una forma más de esconder el fracaso de la gestión, de la ruptura del vinculo con los procesos ecológicos  del monte mediterráneo. Esta forma de renovar es artificial, es un fracaso de la gestión forestal pues se desvincula de los procesos naturales



Son los paliativos a la enfermedad del ecosistema, un lavado de la fachada, se ocultan los síntomas   más visibles  y no se  soluciona el problema ecológico. Es este el modelo del "desarrollo sostenible", puesto que lo vemos en todo el monte, también en relación con la gestión de la fauna cinegética y el lince.  Como las sueltas de perdices o conejos en cotos de caza mal gestionados y  la kittyficación del lince. Un futuro Lynx pardinus genéticamente verdadero, pero criado en cautividad ( y  con toda la tecnología)  al que le faltan los mismo atributos que a nuestro canario en su jaula,  ya  desconectado de sus parientes salvajes.

Con el caso del conejo no voy a extenderme que cada cual saque sus conclusiones en base a los datos. Deben saber que la desaparición del conejo en los cotos se justifica fácilmente a causa de enfermedades víricas. La realidad puede llamarles la atención, pues fuera de estos cotos se autoriza su caza por daños  (Ver Resolución de 3 de julio de 2015, de la Dirección General de Gestión del Medio Natural, por la que se adoptan medidas cinegéticas excepcionales por daños de conejos silvestres en varios términos municipales de las provincias de Cádiz, Córdoba, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla. BOJA 140, de 21 de julio de 2015).

Algunos de los cotos sin conejo son colindantes en la campiña con los cultivos dañados. ¿Qué ocurre en los cotos?

Tampoco parece extraña la alta incidencia de enfermedades como la tuberculosis en la caza mayor  con una gestión basada en el cerramiento y que apoyada por la alimentación  artificial eleva las densidades como jamás antes las hubo y sin que existan depredadores que saneen ni mucho interés por la caza de gestión (matar animales enfermos o para reducir el número de hembras).

Y no es que quiera culpar a los gestores de los cotos, en Doñana, que aunque se use el antiguo término no es un coto, tenemos a más de la mitad de los jabalíes enfermos de tuberculosis bovina. ¿O será que finalmente si parece su gestión la de un coto?

Lince Ibérico - El gato de todos - Naturalistas
https://elpais.com/elpais/2016/11/15/ciencia/1479212102_156530.html?rel=mas
https://elpais.com/diario/1998/06/16/andalucia/897949341_850215.html
https://www.fac.es/prensa/noticias/declarada-area-emergencia-cinegetica-por-danos-conejo-en-municipios-cadiz-cordoba-jaen-malaga-sevilla
http://sevilla.abc.es/andalucia/20150721/sevi-conejos-convierten-amenaza-para-201507211846.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/07/23/ciencia/1216827171.html



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